Ante la rápida evolución de la tecnología y un panorama empresarial en constante cambio, las empresas deben poder adaptarse rápidamente para seguir siendo competitivas y lograr un crecimiento radical. La capacidad de ejecutar rápidamente cambios transformadores en múltiples partes de un negocio a menudo se denomina "transformación comprimida" y se está volviendo cada vez más común en el mundo impredecible de hoy.
En un estudio global reciente, se encontró que la mitad de todas las empresas han tenido que pasar por múltiples transformaciones en los últimos dos años o completar una sola gran transformación a un ritmo más rápido que nunca. Para tener éxito en este entorno desafiante, las empresas deben poder adaptarse rápidamente a las nuevas circunstancias, adoptar nuevas tecnologías y permanecer flexibles.
Una de las formas más efectivas de lograr una transformación comprimida es a través de una alta interoperabilidad. La interoperabilidad se refiere a la capacidad de diferentes sistemas, tecnologías y procesos para trabajar juntos sin problemas, lo que permite a las empresas extraer valor del caos y acelerar su crecimiento.
Las empresas con alta interoperabilidad tienen un 11 % más de probabilidades de mantener transformaciones comprimidas. Esto se debe a que la interoperabilidad integra todo, desde las aplicaciones comerciales hasta los sistemas de TI críticos, lo que simplifica las entradas complejas en una única fuente de información veraz. Esto permite que las organizaciones cambien rápidamente y aprovechen las nuevas oportunidades.
Además de sostener transformaciones comprimidas, la alta interoperabilidad también conduce al crecimiento. Las empresas con alta interoperabilidad han aumentado sus ingresos seis veces más rápido que sus pares de baja interoperabilidad y están preparadas para desbloquear cinco puntos porcentuales adicionales en el crecimiento de los ingresos anuales.
Entonces, ¿cómo crea la interoperabilidad un valor de tan largo alcance? En esencia, la interoperabilidad conecta tecnología, personas y procesos. Esta sinergia inherente mejora varios impulsores de valor:
- Transparencia: La interoperabilidad une los silos de datos, lo que permite una mayor visibilidad de los datos en toda la empresa y una mejor toma de decisiones.
- Agilidad: La interoperabilidad administra mejor las dependencias, brindando la agilidad para transformar múltiples funciones comerciales de manera rápida y simultánea. Mejora la habilitación de la infraestructura de TI adecuada necesaria para transformaciones exitosas en 13 puntos porcentuales.
- Productividad: La interoperabilidad elimina el riesgo de que varias personas trabajen en la misma tarea y agiliza el intercambio de datos. También reduce el tiempo dedicado a cambiar entre aplicaciones, lo que puede representar casi dos horas de la jornada laboral de cada empleado.
- Experiencia: La interoperabilidad permite un acceso holístico y en tiempo real a los datos del cliente almacenados en todos los sistemas, lo que permite un enfoque láser en las necesidades del cliente. Las empresas altamente interoperables tienen un 15 % más de probabilidades de mejorar la experiencia del cliente (CX) cuando es una prioridad.
- Escalabilidad: La interoperabilidad crea conexiones en contexto, lo que garantiza que la innovación de vanguardia llegue a toda la empresa más rápido, lo que aumenta el ROI en un 7 %.
Para mejorar la interoperabilidad, las empresas deben establecer una estrategia de interoperabilidad clara y sólida que aborde todos los aspectos del negocio, desde la tecnología hasta los procesos y las personas. Esto incluye seleccionar y adoptar herramientas y tecnologías que fomenten la interoperabilidad y capacitar a los empleados para trabajar de manera efectiva en un entorno interconectado.
La interoperabilidad también requiere un enfoque en la estandarización de los procesos comerciales y la gestión de datos. Esto implica la adopción de estándares de la industria y las mejores prácticas para la integración de sistemas, así como la implementación de políticas para el gobierno y la calidad de los datos.
Finalmente, el uso de interfaces de programación de aplicaciones (API) puede mejorar significativamente la interoperabilidad al conectar sistemas dispares y permitir el intercambio de datos sin interrupciones. Al estandarizar la forma en que los sistemas interactúan entre sí, las API pueden simplificar el proceso de integración y mejorar la interoperabilidad.
En resumen, la interoperabilidad es un habilitador fundamental de la transformación comprimida y el crecimiento radical. Al mejorar la interoperabilidad, las empresas pueden extraer valor del caos, acelerar el crecimiento y desbloquear nuevas oportunidades de ingresos.